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Qué plantar en un prado silvestre? 

Las plantas que mejor se adaptan a este tipo de cultivo son las bulbosas pequeñas y algunas anuales pródigas en semillas, siendo en ambos casos conveniente que la floración sea primaveral y, en lo posible, temprana. ¿Por qué? Porque el talón de Aquiles de este tipo de cultivo es el aspecto desarreglado que presenta el terreno durante el lapso entre que la planta comienza a vegetar y semilla o amarillean sus hojas (en el caso de las bulbosas) ya que no se puede cortar el pasto. Si la floración es temprana, el ciclo se cumplirá casi antes de que la mayoría de los céspedes entre en un ritmo acelerado de crecimiento.

Plantas de bulbo

Las plantas de bulbo son más fáciles de cultivar, ya que son amigas de la media sombra. Debajo de un árbol hay media sombra, no crece demasiado pasto y es probable que el verde esté dado por dichondra, que siempre está impecable y no necesita cortes. Los árboles más adecuados son los caducos, que pierden las hojas cuando las bulbosas de floración primaveral vegetan permitiendo el paso de mayor luz hasta las plantas. En la época cálida, en cambio, con su actividad fisiológica funcionando al máximo, los árboles extraen tanta agua del suelo que otorgan una "benéfica sequedad" (benéfica para las bulbosas, ¡claro!) que conserva en óptimo estado a los bulbos en reposo. Un tema aparte es la plantación: si los bulbos son grandes, tradicionalmente se arrojan y se los planta en el lugar donde hayan caído. También se pueden usar piedritas para marcar el suelo y así diseñar una distribución irregular, con núcleos y su correspondiente dispersión. Hecho esto se hacen los hoyos bien profundos, tan hondos como para que sea posible mejorar la tierra con arena gruesa y mantillo descompuesto y ubicar el bulbo de manera tal que la base del mismo quede a una profundidad equivalente a tres veces su longitud.

Plantas herbáceas

Las plantas herbáceas anuales, por su lado, presentan otra problemática. Tomemos por ejemplo las amapolas. Necesitan sol para crecer, al igual que los yuyos. Como desde principios de invierno hasta fin de primavera no se podrá pasar la máquina, la praderita de amapolas presentará un aspecto desprolijo. Esto se relativiza si se ubica la plantación, por ejemplo, en un rincón de un parque suficientemente grande.

¿Cómo sembrar?

La siembra es fácil: se trabaja bien el suelo y se dispersan las semillas en otoño. Son tan pequeñas que pueden mezclarse con arena para marcar su distribución.

Luego, sólo resta la espera del buen tiempo, cuando el prado se encienda.

Características de las plantas de un prado silvestre

Las plantas que forman un prado silvestre deberán estar tan a gusto con el clima y el suelo como para reproducirse espontáneamente. En el Gran Buenos Aires, la tierra es arcillosa, tal vez demasiado pesada para bulbosas. Sin embargo, junquillos (Narcissus tazetta) y lágrimas de la Virgen (Alliaun triquetrum y Allium neapolitanum) son valores seguros. También se pueden cultivar narcisos, fresias (Freesia sp.), muscaris (Muscarí armeniacum) y Gladiolus communis (un gladiolo de elegante aspecto salvaje) con buenos resultados. Entre las anuales, amapolas (Papaver rhoeas), ciertas margaritas y espuela de caballero (Consolida) son las que dan mayores satisfacciones.

 

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El fondo vertical del arriate  

El fondo de un arriate es un telón sobre el que se exhiben las formas, texturas y colores particulares de un conjunto de plantas. Las paredes laterales de una casa, un muro de piedra, una valla de madera, un enrejado y los setos son fondos potenciales para un borde. Si se crea un arriate junto a una pared soleada de la casa, por ejemplo, y se instala un enrejado para que por él suba un rosal trepador, en la base se pondrá un tapiz de espliego y hierba de gato. En caso de que se construya una valla o un muro para ocultar una vista fea o para limitar un espacio, hay que tener en cuenta que esta nueva construcción podría dar abrigo y una buena colocación a un grupo de plantas favoritas. También se puede recurrir a una valla existente, ya sea muy ornamental o de aspecto rústico, rasgos que se tomarán en cuenta en el momento de diseñar el arriate.

Las dimensiones del fondo

Hay que tener en cuenta ciertos criterios básicos cuando se trata de decidir la altura adecuada para el fondo de un arriate. Un muro o una valla de menos de 90cm de alto se pueden usar como marco de un seto bajo y como forma de orientar a los que recorran el jardín. Por ejemplo, si se piensa en construir un elemento de fondo en la línea frontal de la propiedad, para que se vea desde la calle, la altura de 90cm será la adecuada, pues permitirá ver el conjunto de la casa, no impedirá que desde dentro se vea la calle ni que desde la calle se vea el jardín. Con una cerca más alta se conseguirá mayor separación, sobre todo si oculta el conjunto interior y centra la atención en las plantas del arriate exterior. Un muro o una cerca son fondos eficaces, si su altura es mayor que la de las plantas colocadas delante.

Los muros y las vallas que se usan como fondo de un arriate no deben perder de vista las normas municipales que determinan su posición, altura y materiales. Cuando se colocan en la línea que divide dos propiedades, la cortesía indica que se debe consultar al vecino, y además así se puede conseguir que se compartan los gastos y el posterior mantenimiento.

Materiales para muros y vallas

Lo mejor será elegir materiales acordes con el estilo del jardín, la arquitectura de la vivienda y las superficies existentes (caminos y patios). Por ejemplo, una sólida pared de ladrillo será adecuada para un estilo tradicional o una casa y un jardín formales que necesiten un reparo del viento; en cambio, una valla blanca de estacas apuntadas será perfecta para una casa victoriana con un jardín informal.

Las paredes de ladrillo, adobe o piedra son los fondos más duraderos y estables; son fuertes, se mantienen por sí mismas e incluso pueden contener la tierra de una cuesta. Las paredes de piedra se construyen con sillares (piedras con caras perfectamente cortadas) o con piedra rústica, que se une con mortero o se apila en lo que se llama "mampostería en seco" o "muro seco". Las paredes de piedra unida con mortero requieren una albardilla para que el agua de la lluvia no penetre en ellas y no estropee el mortero. Una vez terminadas, estas paredes no exigen mucho trabajo de mantenimiento. Si se prefiere una pared más informal, de aspecto rústico, hay que pensar en la mampostería en seco, que es excelente para marcar los límite de una propiedad y cuyas piedras se reponen con facilidad, en caso de que caigan.

Un muro de piedras destinado a funcionar como una contención se debe construir con cuidado para que soporte el peso considerable de la masa de tierra que tendrá detrás; lo correcto es hacer un cimiento para estos muros, que se rellenará con cascotes y contribuirá a rechazar el agua. También se suele reforzar con contrafuertes metidos dentro de la cuesta que se quiere contener y puestos en ángulo recto con respecto al muro, que así será más estable.

En lugar de piedra, se puede emplear madera tratada a presión para su uso al aire libre, o traviesas de ferrocarril recicladas, para sujetar macizos escalonados en una pendiente. La parte vertical de cada escalón será un buen fondo para un arriate.

Las cercas de madera, por su precio y estilo, van desde las compuestas por estacas de madera dura con tallas ornamentales, o con el extremo superior en punta (estacas apuntadas) hasta las que sólo son un conjunto de estacas sencillas o de troncos partidos. Es posible construir una valla con trozos de madera, o bien se adquiere ya hecha en los comercios especializados; la instalación puede quedar en manos de un especialista o en las del propio interesado.

Al elegir la madera para construir una valla, habrá que seleccionar una variedad dura, preferentemente tratada a presión con protectores químicos que la hacen resistente a la pudrición y al ataque de los insectos; algunas de estas maderas tienen precios muy razonables, pero aunque se compre un tipo de madera más blanda, y más barata, para las estacas, para los postes de sostén se empleará siempre la varieda más dura.

Aunque en general se considera que no tiene contraindicaciones, hay quienes aseguran que la madera tratada a presión no se debe utilizar en las cercanías de las plantas comestibles. Al respecto, los comercios especializados disponen de la información actualizada sobre el tema.

En las cercanías de un jardín de hierbas aromáticas o de una huerta, se preferirán, pues, las maderas que, por su naturaleza, son resistentes a la descomposición, como el cedro, la secuoya o el ciprés. Estas maderas tienen mejor estética y mayor resistencia que las tratadas, pero son bastante más caras.

Al estar expuesta a la intemperie, la madera de las vallas exige un mantenimiento regular, con la aplicación de algún producto protector especial. En el caso de que se haya plantado una enredadera para que trepe por la valla, habrá que asegurarse de que el producto protector no sea tóxico para los vegetales.

Los postes de la valla tienen que estar bien hundidos en tierra, hasta una profundidad que sea, como mínimo, del doble del diámetro de cada poste; en las regiones donde las heladas son importantes, cada poste tendrá que estar en un pozo de, al menos, 75cm de profundidad. Cuando se trata de vallas altas o de las compuestas por tablas que se tocan, dada la gran superficie que presentan a los vientos, hay que asentar los postes en una base de cemento. Una cerca que se haya colocado como reparo contra el viento debe ser abierta, y no compacta, porque la superficie abierta disminuirá la fuerza del aire, en tanto que una superficie lisa puede hacer que el viento se arremoline en la parte superior, algo que suele causar estragos en las plantas que están al pie de ella

 

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Ubicación del estanque en el jardín

La instalación de un estanque artificial en el jardín no es una tarea difícil de realizar, por el contrario, si usted tiene intenciones de darle una cara nueva al jardín, la instalación y la decoración de un estanque es una muy buena opción. Lo primero que se debe de tener en cuenta, es el lugar en donde se instalará el estanque. Es recomendable señalar correctamente dicho espacio, con el propósito de sacar y manejar las medidas correspondientes.

Los elementos con los que contará el estanque, tanto el agua como las diferentes especies de plantas, necesitarán estar expuesta a la luz del sol por varias horas, por lo que se aconseja ubicar en un lugar que provea buenas horas de luz.  A su vez, ubicarlo debajo de algún árbol, implicará constante caída de hojas o ramas en el estanque, por lo que es preferible no hacerlo.

Instalación del estanque

En el momento del acondicionamiento del espacio donde se va a instalar el estanque, el césped debe estar bien cortado. En la zona en donde exclusivamente habrá agua, la profundidad a excavar debe ser de treinta centímetros. Siempre se puede utilizar una estructura prefabricada que le de la forma.

Con una base de fondo de veinte centímetros, el sector restante a donde irá el agua, la profundidad debe alcanzar medio metro. En la base debe haber gravilla, tierra vegetal y arena. El elemento que le dará forma al estanque, es tan simple como una lona. Esta debe colocarse luego de realizado el hoyo, contando con un resto que superé los bordes del hoyo, cuestión de poder sujetarla al suelo. Luego se llena de agua.

Decoración del estanque en el jardín

Como últimos consejos, le daremos una serie de elementos que pueden decorar y funcionar en el diseño del estanque. Una de las opciones es marcar diferentes zonas, compuestas por diferentes tipos de plantas. Se pueden elaborar cascadas que le darán un buen atractivo. Las piedras naturales también se pueden utilizar. A su vez, las plantas acuáticas o las plantas pantanales son una buena opción.

 

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El cuidado de las plantas de interior 

Es imposible alejar el invierno de nuestras plantas, aunque sean plantas de interior. Siempre se deben tomar ciertas precauciones y cuidados, para asegurar su mejor salud y su mejor crecimiento. En primera instancia, aconsejaremos acerca del riego de las plantas de interior en los meses de invierno.

Primero vale destacar que la regularidad  y la abundancia del riego se deben determinar por la temperatura de ambiente regular del lugar en donde se encuentren. Si las temperaturas promedio son cálidas, se recomienda continuar el riego habitual, siendo de cuatro veces por semana.

En el caso de que la temperatura ambiente descienda considerablemente en el invierno, el riego debe ser menor. A su vez, no se recomienda regar a las plantas bajo la lluvia, pues las puede afectar el frío del agua.

Especies de plantas y su cuidado

De acuerdo a los cuidados según la especie, aconsejamos el uso de un insecticida sistémico. Se debe rociar con este insecticida al momento ñeque aparezca algún insecto.

Por otro lado, plantas como crotones, violeta africana o helechos, deben ser alejadas de las habitaciones calefaccionadas. Estas son plantas necesitan gran humedad, por lo que el baño, si es que cuenta con luz natural, es la mejor y más apropiada opción.

A su vez, también hay plantas que necesitan menos cantidad de luz, por lo que pueden crecer, aún lejanas a alguna ventana. El Filodendro, la Tradescantia y la Monstera Deliciosa, son algunas de ellas.

Plantas para el color en el invierno

Por último, recomendamos algunas especies de plantas que le darán color a sus ambientes. La Euphorbia Pulcherrima, la Ureisea, la Hippeastrum y la Aechmea Fasciata, son plantas que florecen en invierno, y acentuarán el color en su hogar.

 

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La creación de un jardín 

Como sabemos, la creación de un jardín no es nada sencillo ni rápido. Las tareas se deben realizar con paciencia y constancia, sólo así se lograran buenos resultados y un propicio crecimiento de las especies que plantemos. En primera instancia, lo más importante es que la tierra sea fértil; sólo así las plantas se adaptarán y crecerán de la mejor manera.

Por otro lado, se recomienda sobremanera la utilización de un tutor desde la plantación, para que guíe y direccione de buena manera el crecimiento de la planta. Este tutor o guía, debe ser vigilado con el correr de los meses, para verificar que no se haya desviado, torcido o que esté ahogando al tronco de la planta.

A su vez, también aconsejamos podar y darle forma a las flores, arbustos o plantas, desde los primeros momentos de crecimiento, cuestión de darle forma. Hacerlo desde que las plantas son jóvenes ayudará al futuro. Por otro lado, también se debe tener cuidado con los insectos, sobre todo las hormigas y regar de forma regular, cada vez que sea necesario.

Árboles para el jardín

Como decíamos anteriormente, la poda del árbol desde su juventud es importante para darle la forma que se desea. Podar las ramas desviadas o quebradas todos los años es importante.

Por otro lado, vale destacar que no todos los árboles se pueden plantar en conjunto. Existen especies de árboles que no se desarrollan y crecen de la mejor manera, si no cuentan con el espacio o el alimento necesario, siendo más apropiado plantarlos por separado.

Algunos de los árboles que se pueden plantar en conjunto, creciendo de forma saludable, son el roble sedoso, abedul, pino, álamo, acacia blanca, crespón. En cambio, algunos de los árboles que se recomienda plantar por separado son los siguientes: el roble europeo, el sauce llorón, el lapacho.

 

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Reciclaje y obtención de abono    

Mediante el reciclaje orgánico se obtiene el denominado abono orgánico, producido a través de un proceso de reutilización y reciclado de la materia orgánica en descomposición. El abono resultante puede ser tanto compost como humus. El humus, es un tipo de abono superior al compost, alcanzado por un grado de descomposición mayor de la materia. De todas maneras, ambos son abonos orgánicos.

Tanto en las tareas y labores que se realizan en un jardín, en una huerta o en el mismo hogar, se producen desechos orgánicos que pueden ser reutilizados, consiguiendo un buen abono. Existen diferentes formas de reciclaje que se pueden realizar, alcanzando resultados distintos, son diversos tipos de compost. 

Como decíamos, los desechos orgánicos resultantes del hogar o de la huerta se pueden utilizar, siendo un buen abono, con los nutrientes necesarios para el cultivo y la fructificación. Los residuos orgánicos se pueden reciclar, llegando a conseguir tanto compost frío como compost caliente.

Abono orgánico y tipos de compost

Como decíamos anteriormente, el compost resultante del reciclaje orgánico puede ser frío o caliente. En relación al compost frío, los residuos que se pueden utilizar son los que se generan diariamente en la cocina. Restos de plantas, infusiones desechadas, cáscaras de huevo o cáscaras de verduras y frutas son los desechos que se pueden usar.  

Estos desechos se deben poner en un digestor, una especie de contenedor con drenaje inferior y la circulación de aire propicio. Sobre el fondo del digestor se debe poner una primera capa con restos de alguna poda. La segunda capa debe ser con material fresco, luego tierra, otra vez material fresco y nuevamente tierra. Luego se colocan los residuos orgánicos.

El compost caliente

Por último, el compost caliente se realiza con hojas de árboles como el roble, el plátano o el fresno. El pasto seco y el estiércol de herbívoros también son utilizables para la realización de compost caliente.

 

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Lombricompuesto, abono natural 

El abono es un elemento natural imprescindible para el buen crecimiento y el florecimiento de nuestro jardín. El lombricompuesto es una forma sencilla de generar dicho abono; a continuación le daremos la información necesaria.

Como su mismo nombre lo dice, las lombrices son el elemento fundamental del lombricompuesto. Los lugares en donde se puede realizar el lombricompuesto son diferentes. Se puede realizar en un cantero o en recipientes como cajas o cajones. A su vez, se puede ubicar en el mismo jardín como en balcones, cocinas o sótanos.

Lo importante es que las lombrices cuenten con los residuos orgánicos necesarios para su alimento. El suelo debe permanecer siempre húmedo, y el lumbricario debe estar en sitios sombreados.

Formas de lombricompuesto

En el caso de que se opte por ubicar al lumbricario en un cantero, este debe ser angosto y largo. Por un lado, en un extremo del cantero se colocan hojas secas, ramas, cartón, pasto o papel de diario. A su vez, también se deben poner tablas en los costados del cantero, cuestión de encerrar y lograr que no se desborden los residuos.

Los elementos como las ramas, las hojas secas, el pasto o el papel de diario, generan que las lombrices se dirijan a ese lugar, dando la posibilidad de extraer el compost que éstas mismas fueron elaborando y produciendo en donde se encontraban.

El abono de las lombrices

El abono resultante de las lombrices en el lumbricario, favorece el florecimiento, la fructificación y el crecimiento de las plantas, produciendo hortalizas y frutos con mayor nutrientes.

En cuanto a las lombrices, se debe destacar que se reproducen semanalmente, comen por día el equivalente a su propio peso y generan por día un kilo de humus, siendo 200 lombrices en conjunto.

 

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Formas y condiciones para el trasplante en invierno  

Una buena época para realizar los trasplantes de plantas y flores que mantuvimos en macetas hacia nuestro jardín, es la época de los meses invernales. Para hacerlo de la mejor manera, evitando posibles problemas y cuidando la salud de las plantas, le entregamos algunos consejos importantes.

En primera instancia, se recomienda sobremanera el riego previo a la realización del trasplante. El pan de tierra debe estar húmedo desde un día antes, para evitar roturas.  A su vez, el pan de la planta debe permanecer sano. Al momento de la extracción de la planta de la maceta, puede ocurrir que algunas raíces estén adheridas a las paredes de la maceta; esto se debe realizar con un cuchillo largo.

Posteriormente, al momento de la extracción, con la maceta dada vuelta, se debe golpear suavemente la base de la misma. Si ni sale el pan de la planta se debe romper al maceta. Esta maceta rota no se va a echar a perder, pues puede funcionar como fondo, ya en el jardín, de la misma planta.

Trasplantación al jardín

La maceta en el jardín debe ser más grande que la maceta en donde se encontraba anteriormente la planta trasplantada. A su vez, se debe realizar, en el fondo de esta maceta, un drenaje. Ya trasplantada la planta, el buen desarrollo de las raíces se ayudará con buena materia orgánica.

Esta materia orgánica debe resultar de la mezcla de humus, arena gruesa, residuos orgánicos descompuestos, tierra negra, turba y perlita.

Luego, para darle la forma adecuada a la planta, durante el crecimiento, se aconseja podar con cierta regularidad. La poda debe ejecutarse en ramas secas, ramas interiores y en los extremos, un despunte de menor de las ramas. Por último, el riego debe realizarse en abundancia.

 

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Pasos para hacer canteros de doble cavado 

En primera instancia, los primeros pasos deben ser los mismos que los de las huertas frecuentes. Se deben marcar los límites del cantero y las divisiones iguales del mismo. Luego, al cavar los senderos laterales a la huerta, se debe usar esta misma tierra extraída para elevar los canteros centrales.

Posteriormente, lo que se precisa hacer es una zanja, a lo ancho, de la profundidad de 20 centímetros aproximadamente, en uno de los extremos del cantero. La tierra extraída de esta zanja debe ser llevada y amontonada en el extremo opuesto del mismo.

El uso de la horquilla es el paso siguiente. Se debe hacer sobre el suelo, hasta la profundidad que llegue la misma herramienta. A continuación, se debe colocar harina de hueso y compost. Estos elementos llegarán a lo más hondo, quedando al alcance de las raíces de las plantas que se plantarán posteriormente.

El doble cavado

Luego de haber realizado la primera zanja, es cuando se debe realizar una segunda, junto a la anterior. La tierra resultante de esta cavado debe ir hacia los sectores últimamente trabajados con la horquilla.

Luego se realizan los mismos pasos que se llevaron a cabo en la primera zanja. El horquillado del fondo y la depositación del compost y la harina de hueso. Finalizada está segunda zanja, se cava una nueva, realizando todo el proceso antes mencionado. Terminada la tercera zanja, no se debe volver a pisar las zonas trabajadas y cavadas.

El fin del proceso de doble cavado  

El suelo se debe cubrir con hojas, paja o pasto seco antes de ser regado. Al momento del plantado, las hortalizas de seden plantar de acuerdo a sus características. Es fundamental la mezcla de hortalizas según sus raíces. Las zanahorias y los nabos cuentan con raíces hondas, mientras que la lechuga es de raíz superficial.

Esta mezcla resultará con los nutrientes necesarios para cada hortaliza, las cuales contarán con mayor espacio de profundidad para encontrar lo que necesitan. Esta forma de cultivo mostrará los mejores resultados.

 

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Mantenimiento de plantas de interior en otoño 

Las diferentes estaciones del año, las características propias de los climas que llegan hacen necesario un cuidado diferente para nuestro jardín, así como para nuestras plantas de interior. Creer que las plantas de interior están resguardadas de todo tipo de contingencia es un error, por lo que le daremos información de cómo realizar un mantenimiento correcto de nuestras plantas de interior durante los meses otoñales.

Una buena primera opción es la de juntar y acercar las diferentes plantas que tengamos. Agruparlas generará un microclima, manteniendo una acorde humedad de entorno. Los meses fríos vienen acompañados con la calefacción propia del hogar. Esta calefacción puede acarrear ciertas dificultades para las plantas de interior.

Los ácaros pueden aparecer en épocas de calefacción. Manchas amarillas sobre las hojas denotará la presencia de ácaros. Por otro lado, se recomienda sobremanera no regar las plantas de interior bajo la lluvia, pues el cambio abrupto de temperatura afectará negativamente a las plantas.

El mejor cuidado de las plantas de interior

El otoño es la época del año más propicia para aparición de hongos. Estos, los hongos, se manifiestan de diferente manera según las características propias de cada cual. Los hongos propios de del otoño son las royas y los oídios. Las royas se presentan en el dorso de las hojas, por medio de puntos negros. Los oídios se presentan como polvillo blanco. Cortando las hojas afectadas y utilizando un fungicida sistémico podremos contrarrestarlos.

Por último, recomendamos tener cuidado con las plantas colgantes. Si se trasladan, se cambian de posición, o se cambia el sentido de los tallos, es posible que se interfiera con la natural circulación de la savia, por lo que comenzarán a perder hojas.

 

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El mantenimiento de un jardín en los meses fríos

De acuerdo a los cambios climáticos que se presentan en el año, los cuidados del jardín deben corresponderse con tales variantes. Por esto es que se deben realizar diferentes tareas de mantenimiento del jardín para asegurar la mejor salud de plantas y flores, sobre cuando se acercan los meses fríos.
El otoño es una época apropiada para ejecutar podas de formación. Durante estos meses los brotes de las plantas no son lo suficientemente importantes como en los meses primaverales, por lo que se recomienda la realización de dichas podas, en árboles recién plantados y en árboles jóvenes.

Cuidados de otoño según las especies

El otoño es una buena época para realizar los trasplantes de algunas especies, como los arbustos y los árboles. En especies de árboles como el ombú, el jacarandá y el chivato, el cuidado debe permanecer durante años. Los troncos de estas especies de árboles deben cubrirse con papel de diario y paja seca, dentro de cilindros de polietileno.
A su vez, algunas especies sensibles deben estar cubiertas de las heladas. Los lugares para estas especies pueden ser interiores o bajo árboles de mayor tamaño, los cuales los cubran de dichas heladas.

Plantación en otoño

Por otro lado y más allá de los cuidados que se le debe prestar al jardín durante los meses fríos, el otoño es una época propicia para comenzar a establecer la plantación posterior. El otoño es una buena estación para anticipar los cambios o las tareas que se realizarán luego.
Los canteros, por ejemplo, ha realizar en primavera deben ser planeados en el otoño. Se recomienda la preparación de la zona en donde se harán dichos canteros, cortando bien el pasto y cubriéndolo con diarios o cartón y pasto seco por arriba, luego de haber fumigado correctamente. De esta manera se generará un buen compost en dicha zona, para el futuro cultivo.